La vida a bordo en cualquier barco oceanográfico está bien planificada y el personal científico debe adaptarse rápidamente a ella. En el OGS Explora el desayuno se sirve entre las 7:00-8:00 h. Hay dos turnos de comida, a las 11:00 y a las 12:00 h, y de cena, a las 18:00 y a las 19:00 h. Este sistema no difiere respecto a otros barcos (bueno sí, en los españoles el servicio es al menos una hora mas tarde). El turno permite relevar al personal de las guardias para que los principales elementos de gobierno y, en nuestro caso, los aparatos y los registros en marcha, no queden desatendidos.
Como se trata de un barco italiano, el rey de los primeros platos es la pasta. Todos los días la preparan de forma diferente, siempre al punto. Casi cada día, en el desayuno, también sirven unas pizzas caseras que ya quisieran tener en suscarta algunas cadenas de pizzas españolas.
Las comidas principales están servidas por Fabio, el camarero, un napolitano con un acento tan peculiar que a veces cuesta que lo entiendan hasta sus compatriotas. Por cierto, dado que soy el único extranjero a bordo entre las 30 personas embarcadas (18 tripulantes, 6 técnicos y 6 científicos), he tenido que hacer un curso acelerado de lengua italiana. Ya sabemos que el italiano no es difícil de entender, pero otra cosa es hablarlo con algo de fluidez. De momento, voy aprobando el examen y lo incorporaré como otro resultado positivo de la campaña!. No ha habido ningún
problema de comunicación y, al contrario de lo que pasa en otras campañas multinacionales, hemos dejado aparcado el inglés como lengua vehicular. Eso sí, para momentos puntuales siempre es de agradecer que el comandante y un par marineros hablen algo de castellano.
El comedor es la estancia principal del barco que comparten todo el personal embarcado. El del Explora es un comedor amplio, bien equipado, que tiene un pequeño salón para ver la tele o leer algunos de los
libros que hay en su pequeña biblioteca. La cocina está anexa al comedor y de ella siempre sale un buen aroma.
Una escalera central estrecha y empinada enlaza las cinco cubiertas del barco. En cada una de ellas hay unos estrechos pasillos en los que encontraremos la mayoría de camarotes y laboratorios. Los camarotes son bastante grandes y pueden ser ocupados por dos personas. Hay unos pocos camarotes de uso individual. El mío es un poco mas grande que el del resto, aunque también carece de baño, solo tiene un lavabo grande. En cada cubierta hay varios WC y duchas a compartir.
El mobiliario es básicamente de madera. Con el paso del tiempo algunas puertas y cajones se han ido desajustando y, con mala mar, golpean y vibran constantemente. Hay una persona a bordo que cada día pasa a limpiar y ordenar los camarote. También se encarga de la limpieza general de los baños y de los pasillos. El resultado final es un barco siempre limpio y eso es de agradecer.